Tres, dos, uno, cero. Se acabó la cuenta atrás. Llegó el momento de la verdad. ¿Inter o Barcelona? ¿Barcelona o Inter? ¿Cuál de ellos estará en la final del Bernabéu? Yo, al menos, no lo sé. Cuando me lo preguntan siempre respondo lo mismo: no soy adivino. Es posible que haya por ahí alguno que sepa lo que va a suceder. Si es así, que la gente le pregunte a él. Aunque posiblemente haya más de uno. El fútbol es así. Hay mucha gente con una mente privilegiada para adivinar resultados o saber lo que va a pasar en un partido. Felicidades de mi parte a todos ellos.
Por mi parte sólo puedo dedcir que el Inter no me parece favorito ni aún con el 3-1 de San Siro. Ante otro equipo cualquiera no tendría color la eliminatoria, pero con el Barcelona enfrente yo no me atrevería a decir nada. El Barcelona es capaz de superar esa renta adversa. Javier Clemente dice en Marca, por ejemplo, que el Barcelona va a ganar 4-0. Y Clemente sabe de fútbol.
Aunque yo creo que lo que Clemente quiere decir es que el Barcelona puede ganar 4-0. En eso sí estoy de acuerdo con él. Guardiola tiene equipo para ganar 3-0 ó 4-0 al Inter. Ya se vio cuando se enfrentaron en el Camp Nou antes de la Navidad, aunque desde entonces han cambiado mucho las cosas. El Barcelona no tanto, pero el Inter una barbaridad. El equipo de Mourinho ha mejorado muchísimo desde entonces. Como el Bayern Munich, que comenzó malamente la temporada y ya le tenemos en la finalísima, para mayor gloria de Van Gaal y Robben., después de propinarle un severo correctivo al Olympique de Lyon.
Pero que el Barcelona tenga equipo y talento para ganar por tres o cuatro goles no significa que vaya a hacerlo. El fútbol lo carga el diablo. Y en un parttido pueden suceder muchísimas cosas. Lo que sí es cierto es que nunca he visto tan nervioso al Barcelona en vísperas de un partido, ni en Liga ni en Champions. El Barça es un flan.
La hora de la verdad se acerca, así que pronto saldremos de dudas. ¿Inter o Barça? Como diría Michel Platini, that is the question.